Arsenia Armas siempre había deseado que alguien hiciera una descripción de su persona, de sus creencias, alguien que entendiera sus sentimientos, que supiera de sus gustos, que conociera el punto de partida de sus proyectos y la finalidad de sus anhelos, que resaltara su belleza, alguien que la animara a adornarse con esos caprichos merecidos que señalan con rotundidad el logro de ser mujer.
Arsenia salió de su casa un dia de invierno con un ramo de rosas rojas en sus manos, henchida de juventud para estrenarla con cada experiencia...
Arsenia Armas es una mujer inquieta, ya en el vientre, se movía tanto que su madre creyó que sería varón. De ella heredó su alegría sin fin y el brillo de los ojos como noches recién nacidas.
Su carácter es como el otoño y la primavera juntos, por eso casi todos están de acuerdo con ella y porque sabe guardar muy bien los secretos.
No le gusta hablar en público aunque es un poco gritona, ni tomar decisiones equivocadas... Sigue sosteniendo que las herramientas de su vida son el amor, la dedicación, la disciplina y otra vez el amor... siempre el amor, ese ímpetu desbordado aún con los favores de las circunstancias sobornados.
Arsenia Armas continua buscando en su espejo interior, allí donde palpita juventud, sueños por cumplir, metas por finalizar, caprichos por celebrar, experiencias sin estrenar, siempre con infinito amor...
Arsenia salió de su casa un dia de invierno con un ramo de rosas rojas en sus manos, henchida de juventud para estrenarla con cada experiencia...
Arsenia Armas es una mujer inquieta, ya en el vientre, se movía tanto que su madre creyó que sería varón. De ella heredó su alegría sin fin y el brillo de los ojos como noches recién nacidas.
Su carácter es como el otoño y la primavera juntos, por eso casi todos están de acuerdo con ella y porque sabe guardar muy bien los secretos.
No le gusta hablar en público aunque es un poco gritona, ni tomar decisiones equivocadas... Sigue sosteniendo que las herramientas de su vida son el amor, la dedicación, la disciplina y otra vez el amor... siempre el amor, ese ímpetu desbordado aún con los favores de las circunstancias sobornados.
Arsenia Armas continua buscando en su espejo interior, allí donde palpita juventud, sueños por cumplir, metas por finalizar, caprichos por celebrar, experiencias sin estrenar, siempre con infinito amor...
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